Los jóvenes macedonios aprenden a dejar atrás las divisiones étnicas

 

“Dicen que estamos rodeados de albaneses, gitanos, serbios, de éstos y aquéllos… ¡No!. Yo estoy rodeado de gente. Gente que piensa, que actúa, que socializa y crea su propio mundo, su mundo perfecto en el que viven”.


Así es como Bojan Stojkovski, un joven activista de la localidad de Kumanovo, en el norte de Macedonia, describe el país multiétnico en el que vive.


Stojkovski, cuya región fue el escenario del conflicto armado que enfrentó a macedonios y albaneses en 2001, formó parte recientemente de un taller respaldado por el Fondo para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (F-ODM) para ayudar a los jóvenes de distintas zonas del país a romper las barreras culturales y a aprender, compartir experiencias y socializar con jóvenes de otras comunidades.


“Esta conferencia fue una oportunidad única para jóvenes de diferentes orígenes étnicos para hablar de los retos que afrontan, y al mismo tiempo reforzar sus capacidades para convertirse en miembros activos de la comunidad e iniciar los cambios que necesita la sociedad”, afirmó Sreten Koceski, uno de los organizadores del taller que se celebró en la ciudad de Struga.


Los colegios en Macedonia están cada vez más segregados por etnias e idiomas, lo cual ha contribuido a alimentar tensiones y prejuicios entre los jóvenes de diferentes orígenes que viven en el país.


La conferencia, “Visiones compartidas”, forma parte de los esfuerzos del F-ODM para reducir las disparidades y mejorar las relaciones entre las diferentes comunidades que conviven en Macedonia, y que entre otras cosas trabaja con las escuelas para enseñar a los chicos conceptos básicos como el diálogo o la resolución de conflictos.


Precisamente empoderar a los grupos más marginales del país es una de las prioridades de la estrategia puesta en marcha por el F-ODM para ayudar a las autoridades macedonias a alcanzar los Objetivos del Milenio.


Durante la conferencia de Struga, los participantes aprendieron a abogar por iniciativas de paz y a reconocer y reaccionar ante discursos de odio. También intercambiaron opiniones sobre el papel de los medios tradicionales de comunicación y las nuevas tecnologías para promover el entendimiento, y actualizaron sus perfiles en Facebook con mensajes en varios idiomas en los que se podían leer frases como “Similares bajo un mismo sol”, “No tengas miedo, date la oportunidad de conocerme”, “Diferentes, pero iguales”, o “El Muro de Berlín ya cayó. ¿Qué pasa con las barreras étnicas?”.


Agrupados en equipos por ciudades, los jóvenes también terminaron creando planes para poner en marcha después de la conferencia, entre los que destacaron la organización de festivales juveniles multiétnicos, el uso de las redes sociales para promover la paz y la tolerancia o monitorear y desalentar los discursos de odio en las redes sociales.


“Creo que este tipo de conferencias son necesartias para enfatizar el bello mosaico de pueblos, creencias, esperanzas y sueños que conforman nuestro país”, afirmó Liridona Veliu, una estudiante de la ciudad de Kicevo, en la parte occidental de Macedonia. Por su parte,Antonio Trajkovski, miembro del Club Unesco de la Universidad Fon, añadió: “Las relaciones entre nosotros están basadas en la personalidad y la humanidad, no en diferencias de ningún tipo”.

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“Visiones compartidas” forma parte del programa conjunto “Mejora del diálogo y la colaboración comunitarios interétnicos en la ex República Yugoslava de Macedonia”, que asiste al Gobierno, a las autoridades locales y la sociedad civil en sus esfuerzos para mejorar las relaciones entre los diferentes grupos étnicos en tres áreas clave de gobernanza, educación y sociedad, en las localidades de Kicevo, Kumanovo y Struga.


El F-ODM apoya programas como éste en casi una veintena de países propensos al conflicto en todo el mundo como mecanismo para solidificar las condiciones pacíficas cruciales para alcanzar los Objetivos del Milenio.



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