Más protagonismo para los pueblos indígenas del mundo
Hasta que ayudó a crear la junta comunal que logró traer el precioso líquido a su comunidad indígena del este de Nicaragua, Fátima Luna, de 24 años, nunca había experimentado lo que significa tener acceso libre, permanente y seguro al agua potable. La sequía provocada por el cambio climático había forzado a Ali Hamadu, un pastor del este de Etiopía, a depender de la asistencia humanitaria para poder mantener a su familia hasta que se unió a una cooperativa que le ayudó a recuperar sus rebaños de ganado.
Lang Thi Kieu, una viuda perteneciente a una de las minorías más pobres de Vietnam, logró suplementar sus exiguos ingresos provenientes de la agricultura cuando empezó a cultivar moreras de alta productividad para criar gusanos de seda. Y Delma Gonçalves, integrante de los Kaiowá Guarani, un pueblo indígena de Brasil, ganó cuatro horas de vida al día después que ella y su esposo instalaran una “ecoestufa” en su casa; esto significa que ya no tiene que desplazarse largas distancias en busca de leña para hacer fuego.
Ahora que la Organización de las Naciones Unidas da inicio a 12 días de debates sobre las poblaciones indígenas, conviene recordar que el Fondo para el Logro de los ODM está presente en 20 países del mundo trabajando para que personas como Fátima, Ali, Lang Thi y Delma puedan disfrutar de mejor salud, conservar sus culturas, proteger sus derechos y potenciar sus medios de vida. En el curso de su labor, el F-ODM ha identificado una serie de mejores prácticas para garantizar que, al avanzar hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, se aplican estrategias apropiadas desde el punto de vista étnico y cultural a fin de que las comunidades indígenas puedan también obtener los beneficios del desarrollo.
Compartiendo mejores prácticas
El F-ODM compartirá estas experiencias y lecciones aprendidas en tres eventos paralelos al decimosegundo periodo de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, en el que se abordarán cuestiones como la agenda post-2015 y la importancia de los conocimientos tradicionales para la salud y la reducción del riesgo de desastres. Asimismo, el Fondo presentará, en conjunción con la Organización Nacional Indígena de Colombia, un nuevo conjunto de Objetivos de Desarrollo del Milenio diseñados por los propios indígenas en el que se plasman sus valores y prioridades —el primer informe de este tipo que se hace en el mundo—.
Actualmente, hay alrededor de 370 millones de indígenas en todo el planeta, constituyendo sólo el 5 por ciento de la población mundial pero el 15 por ciento de sus pobres. Esencialmente marginadas y aisladas, las comunidades aborígenes tienen peor salud que la población general y mucha menos capacidad para influir y participar en los procesos políticos y económicos que las afectan. Si bien sus circunstancias particulares difieren de una región a otra, algo que sí es generalizado es que los pueblos indígenas padecen tasas de mortalidad infantil más altas que otras poblaciones.
Para cambiar esta situación, el Fondo para el Logro de los ODM lleva invertidos 264 millones de dólares en 47 programas conjuntos desarrollados en Asia, África y América Latina que están mejorando las vidas de los grupos indígenas y las minorías étnicas.
Cerrando la brecha de desigualdades
En la región panameña de Ngöbe-Buglé, donde el 91 por ciento de la población indígena vive en condiciones de extrema pobreza, el F-ODM capacitó a los habitantes de cuatro aldeas –particularmente mujeres– para que pudieran asumir la responsabilidad de crear, gestionar y mantener sus propios recursos hídricos.
En Colombia, varios programas conjuntos están mejorando la salud de los niños indígenas, empoderando a las mujeres y fortaleciendo las relaciones entre etnias. El F-ODM trabaja también para involucrar a los propios indígenas, incluidos los jóvenes, en la búsqueda de soluciones que mitiguen el impacto del cambio climático sobre sus comunidades, que son particularmente vulnerables al deterioro ambiental.
Las comunidades indígenas son las más pobres de Camboya. Ubicadas en regiones remotas del país, sufren problemas de salud, inseguridad alimentaria y la falta de oportunidades educativas. En una región donde una cuarta parte de los niños muere antes de cumplir los cinco años, el
F-ODM mejoró las condiciones de vida de estas familias ofreciendo cursos de capacitación empresarial a los tejedores artesanales de la zona que les permitieron aumentar las ventas y llevar más dinero a sus hogares.
Un programa para mejorar la nutrición entre las comunidades indígenas de Guatemala logró que las beneficiarias –especialmente mujeres– pasaran a ser aliadas activas a la hora de estimular la producción de alimentos, tanto para el consumo doméstico como para la venta.
Y en Namibia, el F-ODM colaboró con miembros de la comunidad San, los últimos cazadores y recolectores del África meridional, para que asumieran un papel protagonista en la protección de su patrimonio cultural a través de la promoción del turismo y la capacitación de los miembros de la tribu en materia de gestión financiera y como guías turísticos.
Una nueva visión indígena de los ODM
A través de su trabajo con los pueblos indígenas, el F-ODM ha sido uno de los pioneros en promover la idea de que la agenda internacional post- 2015, la fecha establecida para los Objetivos de Desarrollo del Milenio actualmente vigentes, debe tener en cuenta las perspectivas de las comunidades indígenas.
Es imposible lograr la sostenibilidad de los objetivos de desarrollo si persisten las profundas desigualdades a nivel mundial, incluidas las existentes entre las poblaciones indígenas y no indígenas. Bajo la premisa de que los ocho ODM actuales no reflejan las prioridades y realidades de los pueblos aborígenes, el F-ODM presenta cinco nuevos objetivos en la publicación La otra visión: pueblos indígenas y los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Los nuevos objetivos indígenas son: 1) Protección y defensa del territorio indígena; 2) Autodeterminación y gobierno propio; 3) Desarrollo propio –buen vivir– equilibrio y armonía; 4) Consulta previa y consentimiento libre e informado; 5) Rediseño institucional del Estado.
Haga clic aquí para leer el informe completo, La otra visión: pueblos indígenas y los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
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