El F-ODM celebra el Día de la Juventud en Filipinas

 

El desafío del empleo que afrontan los jóvenes filipinos centró esta semana la atención de un evento organizado por el Fondo para el Logro de los Objetivos del Milenio (F-ODM) con motivo del Día Internacional de la Juventud, que estuvo presidido por el presidente de Filipinas, Benigno Aquino.


El evento, “Juventud: Empleo y alternativas a la migración”, forma parte de los esfuerzos que está haciendo el F-ODM para trabajar con las autoridades nacionales y locales para mejorar el porvenir de los jóvenes en Filipinas, un país donde más de uno de cada seis jóvenes está desempleado, y el 60 por ciento abandona el instituto antes de graduarse, limitando así su acceso a puestos de trabajo decentes.


Las mujeres son especialmente vulnerables, ya que sólo representa el 13 por ciento de los jóvenes con empleo, y muchas de ellas trabajan como empleadas del servicio doméstico donde carecen de la mínima protección.


Ante un panorama incierto por la falta de oportunidades en sus lugares de origen, muchos jóvenes terminan emigrando a los grandes centros urbanos o incluso al extranjero, dejando en muchas ocasiones a sus hijos, que pasan a ser igual de vulnerables ya que en muchas ocasiones terminan abandonando las escuela, perpetuando de esta forma el ciclo de desempleo.


El principal objetivo del evento, que se celebró en Pasay City, a las afueras de Manila, fue poner encima de la mesa las prioridades de los jóvenes filipinos en materia de empleo y migración, una buena ocasión que el presidente Aquino aprovechó para presentar formalmente las líneas maestras del Plan Nacional de Empleo y Migración.


El evento contó con la participación de cientos de representantes, desde diferentes agencias gubernamentales e instituciones académicas, pasando por organizaciones sindicales y grupos juveniles, hasta destacados miembros de la cooperación al desarrollo.


El programa conjunto “Alternativas a la migración: trabajo decente para la juventud filipina”, financiado por el F-ODM, trabaja principalmente en dos frente. Por un lado incrementar las oportunidades entre los jóvenes para acceder a un empleo digno en las zonas más castigadas del país, y por otro mejorar las políticas públicas impulsando la participación de todos los actores involucrados.


Hasta la fecha, el programa ha ofrecido entrenamiento y materiales para promover la iniciativa empresarial y una migración segura a profesores, chicos y chicas en situación de abandono escolar y organizaciones locales en las provincias de Masbate, Antique, Maguindanao y Agusán del Sur. Además, casi 300 estudiantes de alto riesgo han recibido subsidios educativos para reducir los altos índices de abandono escolar en los colegios públicos.


Las agencias de la ONU que participan en el programa, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas(UNFPA), trabajan con agencias estatales y provinciales, organizaciones empresariales y sindicales, el sector privado, ONG y grupos de jóvenes.


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