Uno de los elementos de la lucha estratégica que lleva a cabo Mauritania contra las altas tasas de pobreza del país consiste en desarrollar la industria turística y los sectores relacionados con ella. El Programa Conjunto se sumó a este objetivo y apoyó el crecimiento del sector cultural como vehículo para impulsar el desarrollo y generar ingresos, prestando especial énfasis a las actividades realizadas por mujeres. El programa centro su actuación en el fortalecimiento de la capacidad nacional para desarrollar y promover empresas culturales, así como en la gestión, conservación y mejora del patrimonio cultural del país. 

Este programa apuntó a contribuir al desarrollo sostenible de Etiopía, en particular promoviendo la diversidad cultural condicionada por el patrimonio del país, que incluye bienes tangible e intangibles, por la creatividad de de sus artistas contemporáneos así como por la diversidad del medio ambiente natural.

Etiopía tiene un enorme potencial para expandir su producción de aceite comestible: condiciones agroclimáticas favorables para el cultivo de semillas oleaginosas, las características del subsector, que está basado en el uso intensivo de mano de obra, un entorno propicio para los negocios, la disposición de los trituradores de semillas oleaginosas para trabajar a la máxima capacidad, y la gran demanda local. El Programa Conjunto puso en marcha un modelo piloto para aumentar la productividad y competitividad de los productores de semillas oleaginosas, estimular la capacidad de procesamiento de las semillas comestibles y mejorar el acceso a los mercados locales e internacionales.

Un estallido de tensiones étnicas en 1989 precipitó la expulsión masiva de decenas de miles de mauritanos y generó un clima de tensión, incertidumbre y animadversión en el país. El deterioro de las condiciones de vida, el aumento del desempleo y la pobreza, así como la desigual distribución de los recursos, exacerbaron las tradicionales causas de conflicto –el acceso a la tierra y al agua– y propiciaron una situación de discriminación y prejuicios sociales generalizados. La actuación del Programa Conjunto se orientó a reducir los conflictos y tensiones entre comunidades promoviendo la unidad nacional y el Estado de Derecho, impulsando la distribución equitativa de los recursos y creando mecanismos para la resolución de conflictos.