Compartiendo éxitos por la igualdad de género

 

Dos tercios de los adultos analfabetos del mundo son mujeres y más del 65% de los más pobres son mujeres y niñas. La violencia contra las mujeres es una pandemia. Las estadísticas disponibles reflejan que el 70 por ciento de las mujeres sufre violencia física o sexual a manos de los hombres durante su vida, en la mayoría de los casos por sus esposos, parejas o alguien que conocen.

Pero en Guinea Bissau están trabajando para prevenir el matrimonio forzoso de niñas en Colombia uno de sus treinta grupos indígenas en peligro de extinción se han comprometido a decir “no” a la ablación y en países como Timor Oriental se han lanzado campañas de concienciación sobre la violencia de género, los derechos de los niños y la prevención del tráfico humano.

Todas estas iniciativas están siendo impulsadas por el Fondo para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio a través de 13 programas conjuntos de la ventana de igualdad de género y empoderamiento de la mujer, mientras que en sus otras siete ventanas temáticas se tiene en cuenta la perspectiva de género basado en las recomendaciones que ofrece el GNUD.

En el marco de la Comisión sobre el Estatuto de la Mujer, que se celebra en Naciones Unidas del 4 al 14 de marzo, el F-ODM comparte algunas de las buenas prácticas de su trabajo a favor de la igualdad de género, en especial en el combate a la violencia contra la mujer, durante un evento especial paralelo patrocinado por el gobierno español.

Para afrontar las desigualdades de género, el F-ODM ha aplicado un enfoque conocido como ¨estrategia doble¨, que consiste en programas específicos de género y un enfoque de género en los de otras ventanas temáticas. Junto a PNUD y ONU Mujeres, el Fondo presenta en este evento un estudio reciente que analiza las lecciones aprendidas de aplicar esta estrategia en sus 130 programas.

Mujeres y niñas de todo el mundo ya han podido beneficiarse de los programas de igualdad de género y empoderamiento de la mujeres en países de África, las Américas, Asia, Europa del Este y los estados árabes, que cuentan con una financiación total de casi 90 millones de dólares.

Estos esfuerzos contribuyen a alcanzar el ODM 3, que buscar promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer adoptando un enfoque integral para hacer frente a problemas como la falta de acceso a oportunidades o garantías de derechos, mejorando los sistemas legales para que todas las mujeres disfruten de sus derechos y mejorando su participación en la toma de decisiones.

En los Territorios Ocupados Palestinos, donde las mujeres sufren altos niveles de pobreza y desempleo, mujeres activistas, grupos de la sociedad civil y autoridades locales están trabajando para acabar con la violencia de género fortaleciendo la participación política de las mujeres, mejorando su acceso a la justicia y aumentando las oportunidades para que tengan un empleo decente.

En el marco del programa conjunto de género, se lanzó un centro para proteger a superviviente de violencia en Gaza, el centro Hayat, que se ocupa desde la rehabilitación de un refugio para víctimas de violencia de género hasta asistencia técnica para llevar el centro de operaciones con apoyo de ONU Mujeres, convirtiéndose así en el primer centro de este tipo en la franja.

En Brasil o Paraguay está trabajando para mejorar las condiciones de vida de las trabajadoras domésticas, un colectivo vulnerable castigado por la clandestinidad, mujeres nicaragüenses están rompiendo el ciclo de pobreza montando negocios gracias a microcréditos y de paso tener acceso a servicios médicos especializados y asistir a cursos para frenar las desigualdades.

Las indígenas son uno de los colectivos más marginados del planeta, y en países como Bolivia, el F-ODM apoya los esfuerzos de las autoridades para combatir la pobreza extrema ofreciendo a más de un millar de mujeres del ámbito rural nuevas oportunidades laborales, mientras que en Guatemala apoya la adopción de políticas públicas para animar a las mujeres indígenas a ser emprendedoras.

Mientras, en países como Vietnam los artesanos, en su mayoría mujeres, están aprendiendo técnicas de mercadotecnia, control de calidad y reducción de coste a través de cursos de formación que les ayuden a incrementar sus ingresos, como parte del trabajo del F-ODM para ayudar a los gobiernos en sus esfuerzos por alcanzar los ODM.

El F-ODM es un mecanismo de cooperación internacional lanzado en el año 2006 con la misión de impulsar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en todo el mundo, prestando para ello apoyo a gobiernos nacionales, autoridades locales y organizaciones ciudadanas en sus iniciativas para luchar contra la pobreza y frenar las desigualdades.

Sus 130 programas repartidos por 50 países, que benefician de forma directa o indirecta a más de 20 millones de personas, buscan apoyar políticas públicas con enfoque de igualdad de género para impulsar la autonomía económica de las mujeres, promover su participación en procesos de toma de decisiones en los ámbitos económico, social y político, mejorar su acceso a servicios y frenar la violencia.

 

 

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