Trabajando para empoderar a las mujeres del mundo

 

Mientras el mundo celebra este nuevo 8 de marzo el Día Internacional de las Mujeres, el Fondo para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (F-ODM) está trabajando en todo el mundo para fortalecer las voces de las mujeres, incrementar su independencia económica, mejorar su acceso a la justicia y acabar con la lacra de la violencia de género.

Dos tercios de la población analfabeta del planeta son mujeres y más del 65 por ciento de los más castigados por la pobreza son mujeres y niñas. Las mujeres se quedan a la zaga de los hombres en lo que se refiere a acceso a tierras, al crédito y a un trabajo digno, y las mujeres están infrarrepresentadas en la toma de decisiones políticas y económicas.

La razón de ser del F-ODM es ayudar a los gobiernos a alcanzar las Metas del Milenio de lucha contra la pobreza, con una atención especial a las poblaciones más pobres y marginadas, entre las que destacan las mujeres. Alcanzar la igualdad entre los sexos, en sí uno de los ocho ODM, es clave para lograr las otras siete metas.

Por este motive, el F-ODM está financiando programas conjuntos de Naciones Unidas desde Bolivia hasta Bangladesh, donde las mujeres y las niñas están recibiendo cursos de liderazgo, defendiendo sus derechos en los tribunales, empezando sus propios negocios y organizándose para poner fin a prácticas y costumbres que les hacen daño.

En los Territorios Palestinos Ocupados, donde el conflicto y la tradición han limitado severamente las oportunidades económicas de la población femenina, un grupo de mujeres de Cisjordania apoyadas por el F-ODM están revitalizando la tradicional hospitalidad palestina para ayudarles a mejorar sus ingresos y sacar a sus familias adelante.

En América Latina, donde se centra buena parte de la actuación que lleva a cabo el F-ODM en medio centenar de países alrededor del mundo, está trabajando para mejorar las condiciones de vida de las trabajadoras domésticas en sitios como Brasil o Paraguay, un colectivo vulnerable castigado por la clandestinidad y la precariedad que lleva décadas luchando por el reconocimiento de sus derechos.
Otro de los campos de acción es Nicaragua, donde a través de un programa de microcréditos financiado por el F-ODM, más de un centenar de mujeres han podido emprender un negocio propio que les ha permitido romper con el ciclo de pobreza, y de paso tener acceso a servicios médicos especializados y asistir a cursos para frenar las desigualdades.

Las indígenas son uno de los colectivos más marginados del planeta, y en países como Bolivia, el F-ODM apoya los esfuerzos de las autoridades para combatir la pobreza extrema ofreciendo a más de un millar de mujeres del ámbito rural nuevas oportunidades laborales, mientras que en Guatemala apoya la adopción de políticas públicas para animar a las mujeres indígenas a ser emprendedoras.

Un estudio financiado por el F-ODM sobre la violencia de género en el ámbito laboral en Bangladesh encontró que más de una tercera parte de las mujeres reportaron haber sido víctimas de violencia alguna vez en su vida, mientras que la inmensa mayoría reconocieron haberla padecido también en su lugar de trabajo.

El F-ODM está trabajando con las autoridades bangladeshíes para aprobar políticas públicas que ayuden a reducir la violencia contra las mujeres así como mecanismos que modifiques ciertas actitudes entre los hombres para reducir prácticas como la dote, los matrimonios forzosos con menores de edad y el tráfico de mujeres.

En la región etíope de Tigray, donde las mujeres tienen acceso limitado a sistemas de apoyo financiero, educativo, médico y social, el programa del F-ODM “No dejemos atrás a ninguna mujer” está ofreciendo becas, cursos de entrenamiento y técnicas de negocio para ayudar a las mujeres vulnerables a apoyar a sus familias.

Otro programa en el sur de Turquía lleva meses enseñando a las mujeres técnicas agrícolas ecológicas para aumentar la presencia femenina en la fuerza laboral del país, mientras que en Camboya y Vietnam las mujeres artesanas están aprendiendo técnicas de control de calidad y mercadotecnia para mejorar sus ingresos.

El F-ODM es un mecanismo de cooperación internacional lanzado en el año 2006 con la noble misión de impulsar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en todo el mundo, prestando para ello apoyo a gobiernos nacionales, autoridades locales y organizaciones ciudadanas en sus iniciativas para luchar contra la pobreza y la desigualdad.

Gracias a una contribución de 528 millones de euros del Gobierno de España al sistema de Naciones Unidas, y una posterior partida de 90 millones de euros adicionales, el F-ODM cuenta en la actualidad con 130 programas, trece de ellos del área programática de género, repartidos por 50 países que benefician de forma directa o indirecta a más de 20 millones de personas.

Esos programas conjuntos buscan apoyar políticas públicas con enfoque de igualdad de género para impulsar la autonomía económica de las mujeres, promover su participación en procesos de toma de decisiones en los ámbitos económico, social y político, mejorar su acceso a servicios sanitarios de calidad y frenar la violencia de género.

Haga click aquí para leer historias sobre nuestro trabajo alrededor del mundo.
 

Share |