Combatiendo la desnutrición en Mauritania

 

Por M.A. Boussery

Cuando Zenabou Mint Magha llegó por primera vez al centro de terapia alimentaria de Aioun, en el sudeste de Mauritania, su bebé de apenas siete meses estaba al borde de la muerte.

“Nunca olvidaré aquel día, estaba desesperada y sin esperanza. Creía que no sobreviviría. Estaba tan débil y delgada que se podían contar sus huesos y su cuello raquítico no podía aguantar su cabeza. Tenía la mirada en blanco y el rostro pálido. Khadi se estaba muriendo”, recuerda esta madre de 25 años.

Sana hasta los cuatro meses, la bebé empezó a enfermar. Temerosa de que su leche fuera inadecuada, Zenabou comenzó a alimentar a su hija con leche animal y cereales pero solo empeoraba su estado. Al final  terminó pidiendo ayuda.

Khadi entró en un programa de alimentación de emergencia para estabilizarla y después fue derivada a un centro de recuperación nutricional impulsado por un programa conjunto del Fondo para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (F-ODM) para combatir la desnutrición en el sudeste del país.

En esta region de Mauritania, donde los niveles de inseguridad alimentaria y las condiciones de vida están en rápido descenso, los casos de bajo peso entre menores de cinco años pasó del 35 % en 2007 al 40 % en el 2008, más del doble de la media nacional.

Desnutrición en la diana

El programa cojunto busca mejorar las condiciones de vida de los habitantes más castigados por la pobreza a través de un paquete integral de actividades que buscan combatir la desnutrición entre los menores de cinco años, madres embarazadas y lactantes.

Unos 1.700 centros se han establecido para prevenir y hacer frente a la desnutrición, así como la distribución de alimentos básicos, suplementos vitánicos, desparasitarios, clases de cocina y actividades de concienciación.

El programa conjunto forma parte del trabajo del F-ODM para combatir las desigualdades y ayudar a los gobiernos a alcanzar las Metas del Milenio, y trabaja con el Programa Mundial de Alimentos en 24 países para reducir los niveles de desnutrición y mejorar la seguridad alimentaria entre los más necesitados.

El programa de nutrición en Mauritania es uno de los cuatro que financia el F-ODM en ese país, donde hasta la fecha unos 23.000 niños desnutridos y 5.155 madres anémicas han recibido tratamiento en 160 centros y en las unidades móviles que trabajan para llegar a las zonas más remotas y aisladas.

También está trabajando para impulsar la seguridad alimentaria en un país donde los ingresos decaen y el precio de los alimentos se ha duplicado en cinco años. Cursos de formación agrícola, provisión de fertilizantes y semillas y creación de cooperativas están ayudando a promover nuevos huertos escolares.

Además, cerca de 17.000 personas se han beneficiado de una iniciativa llamada “alimentos por trabajo” y se han distribuido granos en un centenar de aldeas para los periodos de escasez, así como formación a cooperativas de mujeres en la preparación de mermeladas y otras conservas.

Cambios alimenticios

“Nos enseñaron que los niños, las embarazadas y las madres lactantes son muy vulnerables y los que corren mayores riesgos de padecer cuadros de desnutrición o casos de anemia”, asegura Zenabou Mint Magha. “Necesian una dieta equilibrada y variada, hemos aprendido nuevas prácticas nutricionales y de higiene y pese a la escalada del precio de los alimentos, hacemos lo que podemos”.

Los cambios en el caso de Zenabou han sido dramáticos. Cuatro semanas después de la primera visita su bebé come con más apetito y tiene una alimentación más nutrititva.  “Khadi es examinada cada dos semanas y ha empezado a recuperar peso. Mi única hija se ha salvado y estoy feliz y agradecida”.

“Aumentando la lucha contra el hambre y la desnutrición en el sudeste de Mauritania” es una colaboración del Gobierno y cuatro agencias del sistema de Naciones Unidas (PMA, Unicef, OMS y FAO) que abarca el despliegue de un paquete de intervenciones integradas para la prevención y tratamiento de la malnutrición, dirigido a 107.000 niños y 316.000 mujeres en más de 120.000 hogares.

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