Jóvenes filipinos que no encuentran trabajo montan su propio negocio

 

Por Roche M Angon

Merly Ybáñez abandonó la universidad en 2008 porque sus padres no podían pagar su colegiatura. Su padre había caído enfermo y su madre se había convertido en el sostén de la familia, comprando y vendiendo productos agrícolas. Como la menor de seis hijos, Merly ayudaba a sus padres con las tareas diarias del hogar.

Para mantenerse ocupada, entró como voluntaria en la iglesia local de su ciudad natal, en Agusan del Sur, en el sur de Filipinas, pero pronto se aburrió y se mudó a una ciudad cercana a trabajar como empleada doméstica para así ahorrar y tener el dinero suficiente para terminar la universidad.

"Puede que haya logrado tener un título universitario, pero me resultó difícil conseguir un mejor trabajo. Sabía que no estaba cualificada debido a que los empleadores necesitan graduados de la universidad", dijo.

Merly pertenece a la generación de jóvenes filipinos que ingresan a un mercado laboral que no tiene suficientes empleos para ellos. En 2010, 1,46 millones de jóvenes estaban desempleados, la mitad de ellos poseía educación secundaria, mientras el 40 % tenía títulos universitarios.

Negocios impulsados por la juventud

La gran ambición de Merly,  inspirada por el ejemplo de su madre, fue comenzar su propia pequeña empresa. Su suerte cambió cuando se enteró a través de un programa de radio de la comunidad, acerca de un unos cursos de capacitación empresarial para jóvenes impulsados por la ONU.

"Creía que era mejor hacer prácticas antes de comenzar un negocio para asegurar el éxito", dice Merly, una de las ocho jóvenes de su ciudad seleccionadas para participar en "Inicie y mejore su negocio (SIYB)", un programa de formación de la Organización Internacional del Trabajo financiado por el Fondo para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (F-ODM).

"Aprendí a dar prioridad a las ideas del negocio basadas en los recursos locales de mi comunidad y cómo aprovechar las oportunidades actuales", dice Merly, que redactó un plan de negocio para comprar y vender cultivos como batata, plátano, coco y hortalizas, que abundan en Agusan del Sur. El programa le regaló un kit de inicio para establecer una microempresa, y le enseñó cómo obtener un préstamo.

La formación de emprendedores es parte de un programa del F-ODM que para mejorar la educación y las perspectivas laborales de jóvenes como Merly y millones de jóvenes filipinos con empleos vulnerables que trabajan por salarios bajos y sin beneficios. Uno de sus principales objetivos es dar una alternativa a muchos jóvenes que emigran al extranjero en busca de un trabajo decente.

Para Merly, quien está esperando un bebé, la formación ha sido invaluable. Ahora, en un tercer ciclo de su préstamo, ha ampliado su empresa para incluir una tienda de variedades y una estación de carga. "Mi pequeño negocio me va a ayudar mucho sobre todo ahora que estoy embarazada. Como madre joven, debo centrarme en el apoyo a mi hijo. Todavía aspiro a volver a la universidad”, añade.

Alternativas a la emigración

El programa conjunto “Alternativas a la migración: Trabajo Decente para los jóvenes filipinos" cuenta con la colaboración de cuatro agencias de la ONU (OIT, OIM, UNICEF y UNFPA) que apoyan los esfuerzos del Gobierno filipino para lograr una juventud productiva y competitiva.

Su objetivo es aumentar el acceso al trabajo decente para los jóvenes desfavorecidos en las zonas más pobres del país y mejorar las políticas de empleo de los jóvenes y la migración mediante el fomento de la participación de todas las partes interesadas en el proceso.

El programa es parte de los esfuerzos del F-ODM para ayudar a los gobiernos a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de erradicación de la pobreza extrema y el hambre, promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y fomentar una asociación mundial para el desarrollo, con especial atención a las personas más vulnerables.

El programa se está implementando en cuatro provincias con altos índices de abandono escolar: Masbate, Antique, Maguindanao y Agusan del Sur. Junto con la formación profesional y técnica, ha proporcionado capacitación y materiales de estudio a maestros y jóvenes que han abandonado sus estudios, organizaciones locales y miles de escuelas secundarias.

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