Una red segura para los niños malnutridos de Camboya

 

Por Eamonn Casey


Del niño frágil, aletargado y desesperadamente malnutrido cuando tenía nueve meses al niño sonriente y sano de hoy, la historia de Sok Chea representa todo un éxito para la clónica local donde fue atendido en su comunidad, con el apoyo de un programa conjunto de Naciones Unidas que ayuda a afrontar la desnutrición que causa estragos en la provincia de Kampong Speu.


“Antes estaba en los huesos y ahora puedes ver su grasa”, asegura Chou Savang sobre su nieto, que hoy tiene 16 meses y es un bebé regordete y de ojos brillantes. “Si tienes comida para darle, está encantado de comérsela: sopa de arroz, huevo, cereales, pan o cualquier cosa que pueda permitirme darle. Ahora se sostiene por si mismo, antes solo permanecía tumbado, casi sin vida, sin hacer nada”, añade.


Después de haber sufrido con frecuencia infecciones respiratorias, brotes de diarrea y fiebres altas en sus primeros meses de vida, Chea sobrevivía apenas cuando tenía cinco meses. Decaído y con poco interés en la comida, asustó mucho a los empleados del centro médico local que en un primer momento se rehusó a admitirlo por temor a que muriera bajo sus cuidados.


Pero en octubre de 2010, un grupo de voluntarios entrenados por un programa conjunto del Fondo para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (F-ODM) ofrecieron tratamiento a Sok Chea después de llevar a cabo un estudio que determinó que más de 150 niños de su comunidad sufrían cuadros severos de desnutrición.


El programa, “Infancia, Seguridad Alimentaria y Nutrición”, implementado por el Gobierno camboyano y varias agencias del sistema de Naciones Unidas, busca mejorar el estatus nutricional de los menores de dos años, así como a mujeres embarazadas y madres lactantes, y se centra en promover la leche materna exclusiva, una dieta complementaria adecuada y mejorar la nutrición de las madres.


El programa beneficia particularmente a poblaciones de alto riesgo con un conjunto amplio de medidas para combatir la desnutrición y mejorar la seguridad alimentaria, en el marco de los esfuerzos que está haciendo el F-ODM en países como Camboya para ayudar a alcanzar los Objetivos del Milenio de reducción de la pobreza.


La vida dio a Chea un difícil comienzo. Su madre rechazó amamantarlo porque tenía ya otro hijo y había escuchado historias que aseguraban que las mujeres perdían su belleza al hacerlo muy seguido. Cuando apenas cumplió un mes se marchó de la casa, mientras que su padre solo aparece por casa una vez al mes porque es camionero, por lo que el cuidado de los niños recayó en su abuela.


Para cuando Chea fue ingresado en el centro médico de Toul Sala, en el sudoeste del país, pesaba cinco kilos, la mitad del peso normal de un niño de su edad, y se le diagnosticó un caso de desnutrición severa que obligó a introducirlo de forma inmediata en una terapia basada en una mezcla de alimentos de alto contenido nutritivo.


Casi de forma automática empezó a ganar peso y en cuatro meses abandonó el ala de desnutrición del centro, saludable, mucho más activo y un peso adecuado para su edad, según un trabajador de la clínica a la que su abuela sigue llevándole periódicamente para revisiones. “Chea es una historia de éxito, para el centro y su comunidad”, afirmó la responsable de la clínica, la enfermera Ek Sarun.


“Ahora podemos jugar con él”, asegura su tío, Sok Raksa, una vez concluido el tratamiento. “Ahora está más gordito y me alegra saber que ha dejado de estar enfermo”, dice el orgulloso tío, que tiene apenas diez años y que se hace cargo de Chea cuando la abuela se marcha a trabajar a los campos de arroz.


Chou Savang sueña ahora con que Chea y su hermano crezcan de forma saludable, que reciban una educación, y terminen trabajando, quizá como conductores de camión, como su padre, o incluso como maestro. Y la sola idea de que ahora tenga un futuro por delante llena de orgullo a la familia. “Estoy muy agradecida a todo el personal que ayudó a mi nieto a sobrevivir. Quizá ahora ya habría muerto”.


El programa conjunto ha puesto en marcha diferentes iniciativas para afrontar los casos de desnutrición en cinco centros médicos de la provincia de Kampong Speu, y colabora con las autoridades en el desarrollo de un plan de comunicación a nivel nacional para promover la leche materna así como un sistema de alerta nutricional.


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