“Soy una de las primeras mujeres empresarias de Kars”
Cuando Nuran Öyılmaz abió su primer negocio hace más de veinte años tuvo que poner en venta parte de su dote para despegar.
Madre de cuatro niñas en una comunidad conservadora de la localidad de Kar, en la parte oriental de Turquía, Nuran tuvo que luchar duro para educar a sus hijas y para ser económicamente independiente, muchas veces sin el apoyo de su marido.
Durante 18 años, Nuran tejió y vendió prendas de lana antes de abrir un pequeño restaurante de comida tradicional. Después, motivada por el éxito del negocio y animada por sus hijas, decidió expandirse y pidió un préstamos en el banco.
En la actualidad regenta un exitoso restaurante especializado en ganso, toda una tradición en Kars, y con la capacitación técnica de una iniciativa impulsada por el Fondo para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (F-ODM), está ayudando a crear un sector comercial turístico en Kars.
“Me han ayudado a convertirme en empresaria”, asegura Nuran de los cursos de recibidos a través de este programa conjunto de Naciones Unidas. “Estoy feliz y me siento de nuevo como una estudiante. Fui a todas las reuniones y entrenamientos, nunca llegué tarde ni me marché antes. Y así he aprendido a llevar el restaurante de forma profesional”.
En diciembre de 2009, Nuran recibió una invitación para realizar un viaje de estudios a España apoyado por el F-ODM. Fue allí donde cayó en la cuenta del enorme potencial que tenía Kars por su historia, sus tradiciones religiosas y su herencia cultural intangible, incluida la comida, y cómo podía aprovecharse para traducirlo en más ingresos.
Nuran es una de las beneficiarias del programa conjunto “Alianzas para el turismo cultural en Anatolia oriental”, financiado por el F-ODM, que busca reducir la pobreza en una de las regiones con mayor pobreza de Turquía ayudando a las comunidades a preservar sus valores culturales y a crear empleos en el sector del turismo.
El programa, una colaboración entre el Ministerio de Cultura y Turismo y el Ministerio de Asuntos Exteriores y cuatro agencias de la ONU se ha enfocado principalmente en ayudar a las mujeres a incrementar sus ingresos y de paso reducir las desigualdades entre la población de Kars y el resto del país.
Es parte del trabajo que está haciendo el F-ODM para ayudar a países como Turquía para alcanzar los Objetivos del Milenio asegurándose de que los esfuerzos para mejorar los estándares de vida incluyan a las poblaciones más pobres y marginadas.
Para Nuran Öyılmaz, el programa no solo le dio las herramientas para llevar su negocio a otro nivel, sino que le apoyó en el establecimiento de la Fundación Ganso, una organización profesional de cría de gansos que montó con otras mujeres de su localidad.
Así, tras participar en el programa conjunto, logró acceder a una donación del F-ODM para la fundación que ha ayudado a sus socios a afilar sus conocimientos y seguridad para trabajar en un campo dominado por los hombres. “Mi vida es un proyecto. Por eso pensé que podría sacarlo adelante”, asegura.
Nuran asegura que el programa conjunto le ha dado tanto a ella como a sus socias la autoestima que necesitan para vender y promocionar sus productos, pero también a cambiar su percepción de Kars, y les enseñó que trabajando de forma conjunta podían acercarse a las riquezas culturales de su tierra para mejorar sus vidas.
“Se trata de cómo promover nuestros productos, pero también de Kars, no como nosotras como individuos”.