Combatiendo el estigma del VIH en Bangladesh

 

Cuando el esposo de Usima Marma le infectó el VIH y la pareja lo hizo público, fueron rechazados por su comunidad en el sureste de Bangladesh. Tras enviudar hace unos años, Usima dice que se convirtió en el hazmerreír del pueblo y que tuvo muchos problemas para sacar adelante a su hijo de siete años.

“Cuando las noticias corrieron, nuestra vida pasó a ser complicada y aislada. Nadie quería hablar con nosotros, los niños no querían jugar con mi hijo. Arruinaron nuestra vida porque intentar salir adelante era casi imposible. La sociedad entera nos estigmatizó”, recuerda.

Las mujeres infectadas por el VIH son las más marginadas del mundo. Son pobres, están socialmente excluidas y poseen una enfermedad mental. Muchas no pueden encontrar un modo de vida durante años, lo que les hace todavía más vulnerables.

Independencia económica

Pero mujeres como Usima están recibiendo un empujoncito para mejorar su bienestar económica con una iniciativa implementada por ONUSIDA y una ONG local, Ashar Alo Society, financiada por un programa conjunto del Fondo para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (F-ODM).

“El estigma relacionado con el VIH está omnipresente en las vidas de las personas que viven con el VIH, marca a las personas como diferentes y desgraciados, y se manifiesta en un trato discriminatorio y, a veces, violento”, según un informe de ONUSIDA.

Ese estudio revela que más de la mitad de las mujeres infectadas con el VIH en Bangladesh han experimentando en algún momento la discriminación, el 87 por ciento decidió no casarse por ser seropositivas y casi una quinta parte pensaron en suicidarse.

La iniciativa de ONUSIDA ofreció capacitación en la confección de artesanías y la cría de ganado y Usima, tras participar en uno y recibir un préstamo de 128 dólares, empezó a criar gallinas y cerdos, trabajo que ahora le reporta ingresos regulares, ha mejorado su salud y la de su hijo y ampliado su estatus social.

“Después del apoyo que recibí del programa a través de Ashar Alo Society las cosas empezaron a cambiar, sobretodo desde que recibí la capacitación y el préstamo. Ahora gano más dinero y mi posición en la familia y en la sociedad ha cambiado dramáticamente”, celebra.

Estigma y violencia de género

Esta iniciativa forma parte del programa conjunto del F-ODM para combatir la violencia contra las mujeres en Bangladesh, que trabaja con el gobierno para mejorar políticas, cambiar actitudes sociales, ofrecer asistencia y rehabilitación a las víctimas y afrontar la vulnerabilidad de las mujeres con VIH.

Para Usima ha transformado su vida y se ha convertido en un modelo para otros. “Intento que otras personas con VIH contacten con el programa para ayudarles a sobrevivir, he hecho amistades  y ahora puedo aconsejar a otros  gracias al entrenamiento que recibí”.

El programa conjunto, que abordó la violencia contra la mujer en Bangladesh, fue una colaboración del gobierno con nueve agencias del sistema de Naciones Unidas (UNDP, ILO, UNFPA, WHO, UNAIDS, UN Women, UNESCO, UNICEF, IOM), que apunta a la consecuención del ODM 3.

El F-ODM apoyó 130 programas conjuntos en cincuenta países alrededor del mundo para ayudar a avanzar en los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. 

 

 

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