Los 189 países que asistieron a la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, que tuvo lugar en Beijing en 1995, respaldaron la incorporación de la perspectiva de género como una estrategia para lograr la igualdad entre mujeres y hombres. De esta manera, los gobiernos, las Naciones Unidas y otros actores del desarrollo se comprometieron a estudiar las realidades de las mujeres y los hombres y las posibles repercusiones que las actividades previstas pudieran tener sobre sus vidas antes de que se tomen decisiones, se planifiquen acciones o se asignen recursos. Más de 15 años más tarde, las organizaciones internacionales, entre ellas las Naciones Unidas, han encargado estudios para evaluar la aplicación y los resultados de la incorporación de la perspectiva de género. Existe un reconocimiento general de que aunque se han producido importantes avances en lo que se refiere a la definición de las políticas institucionales de género, la aplicación sigue siendo incoherente. Y lo que es más importante, en cierta medida se sigue ignorando el impacto de la aplicación de una estrategia de incorporación de la perspectiva de género en la promoción de la igualdad de género y los derechos de las mujeres.
El F-ODM reconoce explícitamente que los avances en igualdad de género son fundamentales para el logro de los ODM. Como reflejo de esta profunda convicción, una de las ocho ventanas está dedicada a la promoción de la “Igualdad de género y el empoderamiento de la mujer”, en tanto que las otras ventanas tienen el mandato de integrar una perspectiva de género en cada uno de sus programas conjuntos. El F-ODM creó documentos de orientación para estimular la creación de programas conjuntos con perspectiva de género y está apoyando a los programas en la incorporación de la perspectiva de género en los niveles de aplicación y presentación de informes. Como parte de este esfuerzo hacia la incorporación efectiva de las cuestiones de género y el logro de resultados en materia de igualdad de género, el plan de gestión del conocimiento de El género como cuestión transversal se inició en 2010 con el objetivo de contribuir a desarrollar capacidades clave entre una amplia gama de socios en torno a la generación, captación e intercambio de conocimientos y la incorporación efectiva de las cuestiones de género en los programas de desarrollo.
El plan de gestión del conocimiento de El género como cuestión transversal analiza, entre otras cosas, las medidas que deben tomarse para subsanar las deficiencias e insuficiencias en la aplicación, en particular en lo que respecta a la labor analítica, la planificación, los sistemas de presentación de informes, los mecanismos de rendición de cuentas, los recursos y las estructuras de apoyo. Como tal, el programa se ha centrado en: el análisis de la planificación y los resultados de los programas conjuntos (cuando esté disponible) para la igualdad de género en todos los programas respaldados por el F-ODM y a través de todas las ventanas; la gestión de espacios de Teamworks, incluida la documentación, los debates, las redes y la supervisión de otros espacios de gestión del conocimiento para establecer vínculos; la identificación de conocimientos especializados en materia de género en cada uno de los programas y en poner esta información a disposición en las ventanas y entre las ventanas, a fin de propiciar un mayor intercambio de conocimientos y creación de redes.